Reial Societat de Tennis Pompeia
Historia
La historia del club empieza en 1908 con la construcción del Templo del Santuario de Pompeya impulsado por el Padre Rupert, fraile capuccino secretario del cardenal Vivos y Tutó. Junto con la construcción del templo, hoy en día conocido como la Iglesia de la Virgen María de Roser de Pompeya, se crearon numerosas actividades culturales y recreativas coordinadas y sufragadas por un patronato creado para esta función. La junta de este patronato, llamada Asociación de nuestra Sra. de Pompeya, fue la que daría a la fundación de la Sociedad Deportiva Pompeya al intentar fomentar el ejercicio entre la juventud de la época. La Sociedad Deportiva Pompeya en poco tiempo adquirió gran fama y renombre dentro de la clase alta barcelonesa y el deporte que se desarrolló con más auge fue el tenis. Esto hizo que el Patronato se viera obligado a buscar unos terrenos más amplios donde se pudieran emplazar varias pistas que servirían de uso exclusivo de este deportes, puesto que antes se tenían que compartir con varias actividades deportivas. El lugar escogido estaba situado entre las calles de Casanova, Travesseraa de Gràcia, Santaló, Amigó y la Diagonal. A causa del apogeo del tenis entre la burguesía barcelonesa y a la ampliación de las instalaciones, el número de participantes creció considerablemente y de las 2 o 3 pistas del principio, se pasó a tener 8 en los años 40. El 9 de junio de 1920, la sociedad consiguió que la Casa Real concediera a Pompeya el título de "Real", título que pocos clubes en España tenían derecho a ostentar.
En 1925 la Sociedad Deportiva Pompeya, a causa de la disolución del Patronato creado por el Padre Rupert, se desligó totalmente del santuario. El club, que con el franquismo pasó a llamarse Real Sociedad de Tenis Pompeya, pudo resistir en la guerra. Sin embargo, a partir de finales de los cuarenta empezaron los problemas. El aumento de la actividad económica junto con los grandes movimientos migratorios de personas procedentes del campo en la ciudad hizo que se produjera un boom inmobiliario, esto incrementó el valor de los terrenos situados a las zonas céntricas de las ciudades. Hecho que provocó que la estancia del club en una zona céntrica como es Travesera de Gracia, fuera complicada, puesto que estos terrenos eran alquilados. Así que a principios de los cincuenta, el club se vio obligado a abandonar su emplazamiento.
Después de que el club tuviera que abandonar los terrenos situados en Travesía de Gracia, alquilaron un local en Travessera de Gràcia, 13, donde los socios se reunían a jugar a cartas. Paralelamente, José Bial Vila, presidente del club en aquel momento, junto con el apoyo del presidente de la Federación de Española de Tenis, puso en marcha el proyecto de solicitar al Ayuntamiento de Barcelona el traslado del Club a las pistas de tenis emplazadas al Parque de Montjuic, que entonces se encontraban en desuso a causa de su mal estado. Finalmente, en el Pleno del Ayuntamiento, con fecha 5 de junio de 1951 y mediante el convenio privado entre ambas partes, fue cedido el recinto de Tenis del Parque Municipal de Montjuic a la Real Sociedad de Tenis Pompeya para la instalación de su campo de deportes con la obligación de la conservación del mismo en todos sus aspectos. Este recinto, donde está situado hoy en día la Real Sociedad de Tenis Pompeya, se construyó con motivo de la Exposición Internacional de Barcelona de 1929, para que en el se disputasen partidos de campeonatos internacionales durante la Exposición.
Revista del club, edición de 1941
Exposición Internacional en el recinto de Montjuic, año 1929.